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Santa Fé: En la calle, el cinturón de seguridad se usa poco y se controla aún menos

La trágica muerte de un joven de 29 años al perder el control de su automóvil y salir despedido en la autopista a Córdoba, el pasado 24 de marzo, abrió una vez más el debate sobre la responsabilidad vial. En Rosario, según los datos de la organización Luchemos por la Vida, sólo el 17 por ciento de los conductores utiliza el cinturón de seguridad. Sin embargo, paradójicamente, para la Dirección General de Tránsito municipal la ausencia de este elemento no es un tema prioritario para controlar.



 “Los agentes no detienen a los conductores por el mero hecho de no utilizar el cinturón”, explicó el titular de Tránsito, Mauricio Malano. Desde la repartición fijaron los controles sobre tres infracciones: la alcoholemia, el estacionamiento en doble fila y la utilización del casco.
   “Por falta de uso y costumbre los agentes no hacen advertencias a los automovilistas sin cinturón, pero se los controla si se los detiene por alguna otra infracción”, se sinceró el funcionario.
Para todos. LA LEY DE TRÁSITO vigente desde 1995 obliga al uso del cinturón de seguridad tanto al conductor como al resto de los ocupantes del vehículo.

   La norma no es caprichosa. Según el médico especialista en prevención de accidentes Osvaldo Aymo, “el 99 por ciento de los conductores que chocan en la ciudad se salvarían si tuvieran puesto el cinturón”.

   Para el profesional, “no hay conciencia ni en los agentes de tránsito, ni en los conductores” sobre la importancia de usar el cinturón. “Hay que trabajar en educar y concientizar a través de campañas que tiene que promover el Estado. Porque si sólo hacen multas o advertencias durante dos meses y esas acciones no continúan, no sirven de nada”, subrayó

   En este sentido, Aymo agregó que “en Suecia tardaron 30 años en concientizar a la población y ahora el 99 por ciento lo usa por convicción, y el 1 por ciento restante son los turistas”.

En la ruta sí. Pero Rosario está lejos del ejemplo escandinavo. Las últimas estadísticas elaboradas por Luchemos por la Vida dan cuenta de que el uso promedio del cinturón de seguridad en ciudades grandes y medianas del interior del país es de apenas un 17 por ciento. El trabajo se realizó en noviembre de 2008, después de observar a los conductores de 2.764 vehículos particulares que circulaban por las principales calles y avenidas urbanas.

   Sin embargo, esas cifras cambiaban para las autopistas y rutas nacionales donde el 71 por ciento de los conductores sí llevaba puesto el cinturón de seguridad.

Tres impactos. “El problema es que la gente no sabe que en la ciudad lo único que lo salva es el cinturón”, indicó Aymo. Y a manera de ejemplo explicó que “una persona que conduce a 40 kilómetros por hora y tiene un choque frontal se somete a una fuerza similar a la que sufriría si lo empujaran al vacío desde un cuarto piso”.

   En este sentido, comentó que “en un choque se producen tres fuertes impactos: uno es el exterior, otro el de la persona contra los elementos que están en el auto y otro es el de los órganos del propio cuerpo. El cinturón disminuye las consecuencias negativas en el segundo y tercer impacto”.

   Sin embargo “hay una mayor conciencia sobre los beneficios de usar el cinturón en la ruta. Pero en realidad es mucho más efectivo cuando se va a menor velocidad, porque en un choque frontal a 130 kilómetros por hora no hay quién se salve”, continuó.

Más protección. Gerónimo Bonavera, de la organización Conciencia Vial, destacó que “en Rosario se está usando más el cinturón que hace dos años”. Sin embargo, reconoció que aún falta mucho por hacer para que su utilización en las calles de la ciudad sea tan masiva como sucede en las rutas donde “casi nadie sale sin ajustarse el cinturón”.

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